La distribución original de la vivienda impedía disfrutar de los casi 90m2 de piso, de planta cuadrada y toda perimetral.
La transformación de este piso, con una intervención limitada, se consigue mediante el desplazamiento del lavabo que estaba en el centro; situándolo a un lado, podemos conectar las tres fachadas, y eliminar los excesivos espacios de paso. La apertura de la cocina al estar, mediante una barra, y la recuperación de la antigua terraza completan la redistribución.
Esta intervención sigue la filosofía de las 3R: Reducir, conservando la cocina y algunas carpinterías y alargando así la vida útil de lo que está en buen estado; Reutilizar el sistema de climatización, ajustando los radiadores a la nueva distribución y adaptando los muebles y luminarias que ya tenían; y Reciclar, como las puertas recuperadas del Ensanche.
Por supuesto se han aplicado criterios de reducción del consumo de agua, como el sistema que evita desperdiciar el agua de la ducha mientras esperamos a que se caliente, consiguiendo así un alto nivel de confort.
