La vivienda original estaba muy fragmentada, sus 85m² estaban distribuidos en 4 habitaciones, 2 baños, y la cocina separada del salón-comedor. Tres de sus estancias daban, a través de la terraza, a un patio de manzana muy luminoso.
Los clientes necesitaban mantener el programa, pero la vivienda necesitaba esponjarse, respirar. La solución de la zona día ha consistido en abrirla por completo, y conectarla visualmente con el despacho, que también se amplía. En la zona noche se consigue hacer la suite, dotada de muchos armarios, con un pequeño cambio de distribución.
La sostenibilidad en este proyecto se concentra en la primera de las 4R: Reducir. Transformar la vivienda tocando las mínimas paredes: responder al programa, concentrado las actuaciones en puntos concretos; conservar el sistema de climatización, que funciona y responde a un piso que energéticamente, no tiene una gran demanda. Y sobre todo, saber renunciar y priorizar.
