El proyecto se desarrolla a partir de los cuatro parámetros que definen un piso Niu Green: energía y agua, materiales y salud.
Lo primero fue conseguir una distribución que aportara luz a la mayor parte de espacios: se eliminaron dos pasillos y se conectaron los espacios para volcar el piso hacia la fachada.
Dado que es un piso entre medianeras, ha bastado con aislar térmica y acústicamente la fachada principal y la del patio, permitiendo reaprovechar el sistema de climatización de radiadores existente; eso sí, zonificándolo mediante control domótico.
La domótica ha permitido, a su vez, reaprovechar las aguas de la bañera para el inodoro. Además, se utiliza el sistema que permite aprovechar el agua fría de la ducha mientras esperamos que se caliente.
Y todo ello haciendo de la madera natural el material característico de la vivienda: como aislamiento entre zona día y zona noche, en el mobiliario de cocina, en la puerta doble que da acceso a la habitación de juegos e incluso en los estantes reaprovechados para el cabezal-librería del dormitorio principal.
Y por supuesto, haciendo de las habitaciones no sólo espacios libres de contaminación ambiental, sino también espacios libres de radiaciones.
